La combinación de un queso intenso con champiñones es perfecta, porque los sabores conviven amigablemente sin pretensiones de triunfo por parte de ninguno. Además dejan la puerta abierta a un aderezo final de pimienta (mejor recién molida). Fáciles y rápidos de preparar, funcionan perfecto como entrante, aperitivo, o acompañamiento de una carne, por ejemplo. Los últimos los hice con queso de La Peral asturiano.
Champiñones bien frescos y enteros, a los que sólo hay que quitarles el tallo y pasarlos por el grifo. El queso, imprescindible que sea intenso y graso. Puede ser de la familia del Cabrales, quesos azules, o Roquefort, por ejemplo. También los parmesanos se llevan bien en sabor con esta seta, aunque el fundido en el horno no da tan buen resultado. Yo apuesto por el queso de la Peral.
Ingredientes:
Champiñones que no sean muy pequeños (las unidades que quieras)
Queso intenso y algo cremoso (la cantidad suficiente para depositar un poco en cada centro de champiñón, dejando los huecos cubiertos)
Aceite rico (un chorro, aunque también te lo puedes evitar, ya que el queso desprenderá grasa al fundirse)
Pimienta (de la variedad que se quiera; yo de la negra, más o menos aromatizada)
Sal no hace falta. Se puede poner una mini pizca en cada champiñón, pero entramos en riesgo de salarlos de más. Yo probaría sin, que es como los hago.
El modo de hacerlos es bien sencillo. Una vez lavados los champiñones, se van colocando cabeza abajo en una fuente de horno. Con espátula o cuchara, se procede a rellenar cada uno de los centros. Una vez montado, chorro de aceite por encima (optativo) y el toque de pimienta al gusto.
Horno a 180ºC precalentado, metemos la bandeja unos 15-20 minutos, a ojo según el horno y el tamaño de los champiñones. Se ve clarísimo cuando están hechos, y tampoco pasa nada si quedan ligeramente crudos: con que el queso se funda es suficiente. El olfato también te dará pistas.
Y ya están listos para servir (ojo con no quemarse).
Sugerencia:
Se pueden aderezar con un poco de albahaca, que le da un toque algo italiano. Si lo utilizas de entrante, convive muy bien con una ensalada de mozzarella y tomate, también con aguacate bien aliñado, y con unas berenjenas a la plancha con miel y orégano. Puede ser un buen anticipo a un plato de pasta al gusto, y con eso tenemos solucionado un menú completo. De postre, fruta con algún chocolate.
Comments