El contraste de los sabores cálidos del otoño -la castaña como base del aliño, o las setas-, con la frescura de los cítricos y el toque marisquero de las gambas, resulta una combinación sorprendente y riquísima.
Quería hacer una ensalada diferente. Se me ocurren muchas combinaciones, tal vez porque me encantan las ensaladas y me resulta fácil imaginar distintas combinaciones de ingredientes y su traducción en sabores. Para diseñar ésta quería centrarme en el otoño y preparar una ensalada sin muchas complicaciones. El proceso es fácil, para un resultado ciertamente algo sofis, y la combinación de sabores tiene una agradable complejidad que nos hace salir de la monotonía. El mérito está en la elección de los ingredientes. El objeto es huir de ese más de lo mismo.
Ingredientes para la ensalada:
Boniato en dados
Aguacate en dados
Queso fresco en dados
Canónigos
Níscalos o rovellons
Hinojo cortado en láminas
Para el marinado (con 30 minutos es perfecto):
Gambas frescas grandes
Vinagre de arroz
Zumo de limón
Jengibre
Para el aliño, una emulsión de:
Castañas asadas y trituradas
Aceite de oliva virgen intenso
Zumo de media naranja
El toque final por encima:
Cebollino cortado fino
Ralladura de piel de naranja
La preparación:
No tiene mucho secreto. Las gambas van marinadas en el vinagre de arroz, el limón y el jengibre, y con tenerlas ahí treinta minutos es más que suficiente. Mientras tanto, preparo el aliño haciendo una emulsión con castañas asadas, aceite de oliva y el zumo de media naranja.
Entonces corto los ingredientes que van en dados, y el hinojo lo corto en láminas finas para luego distribuirlo bien por encima y que deje ese toque anisado tan característico.
Los níscalos se pasan por la plancha a fuego rápido vuelta y vuelta en el último momento, para colocarlos templados sobre la ensalada.
Es el momento de montar el plato. Organizo los ingredientes con los canónigos formando un círculo exterior y que pueda distribuir los dados y resto de ingredientes en el centro, dejando para el final las gambas y las setas. Por encima un poco de jengibre rallado y por supuesto, la emulsión cítrica de castañas.
¡Que aproveche!
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