Se dan dos circunstancias: la tarta de chocolate siempre sabe a poco, y en su preparación, la precisión en los cálculos de cantidad de chocolate, galletas y leche es complicada. Así que normalmente siempre sobra algo de estos tres ingredientes. Lo de tirar comida no se contempla en ningún caso, así que con esos sobrantes sugiero preparar unas piruletas de chocolate heladas.
Fácil, divertido y rápido de hacer, es la propuesta para tener en el congelador un capricho que nos calmará la nostalgia de paladar que deja la tarta. Se trata de mezclar los tres ingredientes en las proporciones adecuadas para que quede una masa espesa. El chocolate condiciona la cantidad de galletas mojadas en leche a añadir, teniendo claro que siempre tiene que predominar el chocolate para asegurar la textura cremosa de helado. Se pone en una manga pastelera y jugamos a hacer espirales sobre los palos de madera ya colocados sobre papel de horno espolvoreado previamente con azúcar glas.
El papel de horno se puede poner directamente en el recipiente elegido para luego llevar al congelador. A partir de aquí, decoración y toppings al gusto. Esta idea de hacer piruletas se nos ocurrió a Vinyet y a mí hace ya algunas tartas. En este caso la decoración es creación de ella.
Aquí están.
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